Espacios. Vol. 12 (2) 1991. Pg. 10

La poltica tecnolgica venezolana: De la economa protegida a la economa abierta 92b5s

Ignacio valos Gutirrez * j3156


ndice:

RESUMEN:
Se est tratando de cambiar a fondo la economa venezolana y, dentro de ella, la industria heredada de tres dcadas largas de proteccionismo. Se intenta convertirla en una economa de mercado abierta, para la cual se precisa que su industria sea competitiva. Las polticas macroeconmicas apuntan hacia ese objetivo.
La poltica tecnolgica del pas, no obstante algunos cambios importantes, no ha experimentado transformaciones que se equiparen a los que se quieren introducir en el plano econmico.
En un contexto en donde la tecnologa es un factor cada vez ms determinante de la competitividad, Venezuela debe acometer con mucho ms fuerza la tarea de hacer eficiente su industria. Para ello precisa, entre otras cosas, elaborar una poltica distinta, centrada de la idea del “dominio tecnolgico”, no en la de generar “tecnologas propias”, y organizada alrededor del sector productivo, no en el “sector cientfico y tecnolgico’. Ambas cosas suponen una estrategia orientada hacia la creacin de capacidades tecnolgicas dentro de las mismas empresas y no (al menos no principalmente) hacia la vinculacin de stas con los centros de investigacin ubicados en el sector pblico o en las universidades.
As las cosas, hay que emprender una transformacin institucional a fondo incluyendo en ella las modalidades de intervencin gubernamental y los esquemas de organizacin del mismo sector industrial para que se d el proceso de generacin y difusin de tecnologa y Venezuela pueda ser un pas ms competitivo.

ABSTRACT:
An attempt to change Venezuelan economy in depth, and within this frame, its state protected industry for more than three long decades, is under way. A competitive industry is required for the purpose to convert the present economy into an open market one. Macroeconomics policies point to this objective.
Despite some important changes, the technological policy of the country does not evolve enough to match the transformation intented to be introduced at the economical plane.
In a context where technology is an increasingly determinant factor for competitivity, Venezuela needs to do an important effort in order to build a more efficient industry. Among other things, it is necessary a policy centered on the concept of “technological mastering” rather than one based on the generation of “national technologies”, and a policy organized around the productive sector rather than around the “scientific and technological” sector. Both things point to a strategy oriented to the creation of technological capabilities into firms, rather than one promoting a strong relationship with universities and other state owned research centers.
It would be necessary to undertake a deep institutional transformation that should include the way the government intervenes in the industrial activities, and the way the industrial sector organizes itself in order to make possible the process of technology generation and diffusion. In doing so, Venezuela could become a more competitive country.

I. INTRODUCCION 3g3d3e

El pas trata de cambiar los fundamentos de su economa. Est en camino un nuevo esquema de desarrollo que, por conocido, no amerita aqu de mayores explicaciones. En sntesis, se quiere implantar en Venezuela una economa de mercado lo ms abierta posible, en condiciones de insertarse, con provecho y eficiencia, en los procesos de globalizacin econmica. Desestatizacin, privatizacin, desregulacin, competitividad, exportaciones, reforma comercial, son los aspectos claves que marcan el esquema y a los que responden las primeras transformaciones que se han dado.

No quiero detenerme, tampoco, en mis objeciones al esquema. Dir tan slo que se est incurriendo en ciertos extremismos que por ahora me los explic por las ganas de romper todo vnculo con el pasado; abrigo la esperanza de que dentro de poco se podr volver a hablar de subsidios o justicia social sin pasar por enemigo de la economa de mercado y de la productividad. Dir tambin que se quiere ir demasiado rpido, sin tomar en cuenta la dosis de cambio que pueden recibir nuestras estructuras productivas. Este punto es particularmente relevante con respecto al tema que atae al presente ensayo: el desarrollo tecnolgico, piedra angular de la reforma que se quiere hacer, es cuestin de tiempo, de mucho tiempo si se toma en cuenta la base desde la que arrancamos.

Al margen de lo anterior ito que no podamos seguir como venamos y que el pas lleva el rumbo general que debe llevar dadas sus propias circunstancias y, sobre todo, las circunstancias por las que atraviesa el mundo, las que, si se me permite una simplificacin, quedan delineadas desde los cenculos del GATT. Las reglas de juego estn puestas y hay que conocerlas, interpretarlas y manejarlas. Hay, pues, que saber jugar el juego econmico conforme a lo que ellas disponen y sacar el mayor provecho que nos sea posible.

NEURONAS EN VEZ DE MATERIA PRIMA O TRABAJO 6sf40

La economa se juega con tecnologa. Como es de rigor, dir que el manejo de sta es condicin necesaria, aunque no suficiente, para que las economas modernas puedan funcionar con razonable xito. A pesar de las complejidades metodolgicas que rodean la medicin de lo que genricamente se llama capacidad tecnolgica, los datos son cada vez ms convincentes Los pases que ms invierten en el desarrollo de su potencial cientfico y tecnolgico son los que ensean un mejor nivel de desempeo econmico.

Lo mismo se evidencia, desde luego, en las empresas y en los diferentes sectores industriales. Las denominadas industrias “intensivas en tecnologa” son las que ms crecen. De otro lado, las ventajas comparativas son, en buena medida, una funcin de las neuronal: stas son responsables de una porcin creciente del valor agregado de una gama cada vez ms amplia de bienes. Hay constancia de la progresiva “desmaterializacin” de la actividad productiva y de la determinante importancia que adquiere, la capacidad que logra hacerse cada pas a travs de la preparacin y organizacin de su gente en trminos de la actividad econmica

Se aprecia, en fin, que las naciones que cuentan con un desarrollo de ms o menos larga data, o bien las que se acomodan bajo la categora de los “late comers”, son las que ms recursos han destinado a la formacin de su “capital intelectual” y las que ms lejos han llevado su sistema institucional a fin de que dicho capital pueda relacionarse provechosamente con las tareas productivas. Son, segn la jerga moderna, las que tienen mejor montado su “sistema nacional de innovacin”.

Los pases subdesarrollados se caracterizan casi por lo opuesto. No requiero alargarme en el punto, ni tampoco en sus consecuencias. Quiz valga la pena recordar, s, que el progreso tecnolgico conspira contra las ventajas “clsicas” de que disponen estas naciones. Este hecho, y, en relacin con l, los patrones que orientan hoy en da la actividad econmica en todo el mundo, hacen urgente la elevacin de su nivel tecnolgico.

En lo que resta del artculo y dentro de este marco general, examin el caso venezolano.

LA POLITICA TECNOLOGICA PRESCINDIBLE: LOS TIEMPOS DEL PROTECCIONISMO i455r

En lo que se refiere a su industria, Venezuela adopt, desde la dcada de los cincuenta el recetario prescrito para el “modelo de sustitucin de importaciones”. Abundan, casi estn de moda, las crticas que destacan las consecuencias negativas que tuvo para el proceso nacional de industrializacin. Hace falta, sin embargo, un anlisis ms equilibrado, no slo para hacer justicia a las proposiciones cepalistas, hoy en da tan vituperadas, sino para no desdear ideas que siguen teniendo su importancia, an para la puesta en marcha del nuevo esquema de desarrollo.

No toca hacer aqu, desde luego, un balance de lo que ha sido la experiencia de estos treinta aos, pero si vale la pena advertir frente al riesgo de caer en simplismo que nos lleven a adoptar, casi con furia, un supuesto extremo contrario al modelo que hoy se abandona. En medio de un discurso bien argumentado, el SELA ha advertido, con razn, que no debemos pasar del proteccionismo indiscriminado al liberalismo anrquico.

Con lo anterior puedo entrar a sealar, sin la obligacin de ir a los detalles para matizar y ponderar, que la industrializacin sustitutiva signific la conformacin de un aparato industrial ineficiente que, no obstante, pudo desempearse con comodidad dentro de un mercado que el Estado le reserv casi por entero a sus productos. Una combinacin malsana de estatismo con proteccionismo hizo que la industria venezolana nunca tuviera el apremio por producir mejor. As las cosas, el pas pudo prescindir de la poltica tecnolgica. Y las empresas tambin.

Por lo general, stas ltimas limitaron su estrategia tecnolgica a la compra de maquinarias y equipos en el exterior, no necesariamente los ms modernos, pero que alcanzaban de sobra para producir en una economa cerrada y poco competida, y a la adquisicin del conjunto mnimo indispensable de conocimientos para saberlos usar. Conforme a una distincin acuada en la literatura sobre el tema, se orientaron hacia la adquisicin de “capacidad de produccin” (bienes tangibles, fsicos) y no de “capacidad tecnolgica” (bienes intangibles, conocimientos), es decir, la capacidad para emplear aquella en forma adecuada, adaptndola y mejorndola.

A esta realidad, el Estado opuso una poltica de ciencia y tecnologa que, en ltima instancia, poco tuvo que ver con ella. Result en una formulacin que march casi en paralelo con la realidad descrita.

En efecto, la “poltica oficial”, articulada desde el Conicit, fue concebida desde la perspectiva del “sector cientfico y tecnolgico”, no desde la del medio productivo. Por encima de los cambios registrados a lo largo de los aos, esta perspectiva se mantuvo y le di su sello a la poltica. A partir de aqu, cinco trazos alcanzan para describirla.

Fue “estatista” en el sentido de que dej para el sector pblico el grueso de la carga del desarrollo cientfico y tecnolgico nacional. Esto no signific, vale la pena aclararlo, que el Estado tuviera una participacin slida, tal como lo atestigua, por ejemplo, el bajsimo presupuesto del que tradicionalmente ha dispuesto el tal “sector”.

En segundo lugar, fue “cientificista” en la medida en que parti de la premisa de que la innovacin tecnolgica era fundamentalmente un hecho cientfico, nacido del centro de investigacin.

Fue, por otro lado, “ofertista” porque agrup todas sus acciones en torno a la idea de crear conocimientos en los laboratorios, a la espera de que fueran demandados por las empresas; dicho de otra manera, se intent crear una capacidad fuera de las empresas, tratando de que stas pudieran servirse de ella.
Como consecuencia de ello, el ncleo tctico de la poltica fue y as aludo al cuarto rasgo la vinculacin del “sector de ciencia y tecnologa” con el sector productivo. Cmo hacer para que lo que aquel le ofreca, ste lo utilizara?. Esta fue la pregunta central y permanente, la que se erigi, adems, en el criterio bsico para establecer cun buena o mala era la poltica y, ms en concreto, cun efectivo era el desempeo de los centros de investigacin. La famosa, y todava citada, tesis de la marginalidad de la ciencia fue la respuesta a esa pregunta. El no menos conocido “tringulo de Sbato” (en realidad tambin invento de su socio el Sr. Botana, casi nunca mencionado), aport un sustrato de organizacin al planteamiento, con el tercero de los vrtices representando al Estado en su misin de unificador de los otros dos.

Por ltimo, la poltica fue “endogenista”, si cabe la expresin. Su desideratum se enmarc en la creacin de una capacidad de generacin de “tecnologas propias” que le permitiera al pas disminuir la dependencia de la importacin de tecnologa extranjera, la cual representaba un desestmulo al desarrollo cientfico y tecnolgico nacional. Tal propsito se intent al amparo de un “rgimen de proteccin tecnolgica” que formaba parte del rgimen general de proteccin a la industria. Pero, por otra parte, y en clara contradiccin con lo anterior, se aplicaron polticas que favorecan la importacin de maquinarias y equipos en la creencia de que eso era desarrollo tecnolgico.

Segn ha quedado bien asentado en diversos estudios, de esta manera la “poltica oficial” dej por fuera la estrategia de asimilacin de tecnologa, vale decir, la va mediante la cual los procesos de compra de tecnologa fornea se hacen complementarios de la creacin de capacidades tecnolgicas en el seno de las empresas locales.

Como se ver en otra parte del ensayo, estos rasgos, propios de la poltica tecnolgica en tiempos de proteccionismo industrial, an gozan de buena salud.

* Socilogo, profesor invitado de la Universidad Central de Venezuela y del Instituto de Estudios Superiores en istracin (IESA), Consultor en el rea de Gerencia de la Tecnologa.

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